Encuentra tu hotel en Burgos

La Cartuja de Miraflores

La Cartuja de Miraflores se asienta en lo alto de una loma, a tres kilómetros de la capital castellana. Originalmente fue una finca de caza del rey Enrique III que el monarca utilizaba como palacio de descanso. El palacio fue cedido a los monjes Cartujos y fue reformado y refundado como monasterio en 1441 por el rey Juan II de Castilla, hijo de Enrique III.

El Monasterio fue devastado por un incendio en 1452, teniendo que ser reconstruído nuevamente tal y como lo conocemos en la actualidad. Las obras de reconstrucción fueron encargados a los más prestigiosos arquitectos de la época. Juan de Colonia comenzó las obras de la nueva Cartuja y su hijo Simón de Colonia prosiguió los trabajos tras la muerte de su padre. Las obras de reconstrucción finalizaron en 1484, durante el reinado de Isabel la Católica, hija de Juan II.

Para los interiores de la Cartuja se contrató a artistas de la talla de Gil de Siloé y Pedro Berruguete. El resultado final fue una de las mejores joyas del arte gótico de finales del siglo XV.

Estancia de los fieles, en la Cartuja de Miraflores

En la Cartuja de Miraflores destaca la iglesia, con su portada de estilo gótico isabelino con la decoración añadida de los escudos de sus fundadores. Esta iglesia consta de una sola nave cubierta con bóveda estrellada, con una serie de capillas laterales y rematada con un ábside poligonal. En las capillas se pueden contemplar obras de Berruguete, Sorolla y Manuel Pereira, entre otros artistas.

El la actualidad, la Cartuja es un centro de clausura, por lo que solamente se puede visitar la nave central y el claustro.

Interior de la Cartuja: Sepulcros reales

Una de las principales muestras del arte que de expone en el recinto de la Cartuja lo componen los sepulcros reales, comenzando por el sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal, padres de Isabel la Católica, situado en el centro de la nave principal, formando una estrella de ocho puntas. Ambos sepulcros fueron obra de Gil de Siloé y fueron cincelados en alabastro de Guadalajara.

En una pared lateral dentro de la misma nave se encuentra el sepulcro del infante Alfonso, hijo de los reyes y tallado también en alabastro.

Retablo mayor

El magnífico retablo mayor de la iglesia fue tallado por Gil de Siloé y policromado y dorado por Diego de la Cruz.

Retablo Mayor de la Cartuja de Miraflores

El retablo fue encargado por la reina Isabel la Católica a Gil de Silóe para homenajear a sus padres, Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, enterrados en sendos sepulcros en el interior de la nave principal.

La propia Isabel la Católica aparece representada junto a su marido Fernando, arrodillados y vestidos con sus mejores galas, presentados por sus santos titulares. Las dos figuras están de perfil, coronados y con las manos enguantadas, una muestra más del buen hacer de Silóe y de su colaborador en la pintura, Diego de la Cruz.

Vidrieras

Las vidrieras originales, perfectamente conservadas y de gran belleza, fueron traídas de Flandes en 1484. Las diez que rodean la nave nos muestran el Ciclo de la Pascua, con el Via Crucis en las cinco vidrieras situadas del lado del Evangelio y el Via Gloriae en las situadas del lado de la Epístola.

En el ábside únicamente se conservan tres vidrieras, que representan la Coronación de la Virgen, la Presentación en el Templo y la Epifanía.

Supuestamente, el ciclo completo de vidrieras estaría relacionado con los Gozos de la Virgen que aparecen en los libros de la época, en concordancia con la devoción que los monjes cartujos veneran a la Virgen. Según estas premisas, faltarían algunas de las representaciones de María, tales como la Anunciación, la Visitación, la Natividad, el Anuncio a los Pastores, la Huída a Egipto y la Matanza de los Inocentes.

Coro

El coro de la Cartuja está realizado en madera de nogal oscuro y está formado por cuarenta sillas talladas por el artista Martín Sánchez en 1489. Los dibujos de los respaldos son todos diferentes aunque guardan gran armonía entre sí.

A un lado del coro se encuentra la puerta que da paso a la clausura, obra de gran belleza que representa a los Evangelistas y a los padres de la Iglesia.

Detalle de la portada de la Cartuja

Horarios de visitas

La Cartuja se puede visitar de lunes a sábado de 10.15 a 15.00 y de 16.00 a 18.00. Domingos de 11.00 a 15.00 y de 16.00 a 18.00.

El precio de la visita es gratuíto, aunque admiten donativos.