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El Camino de Santiago por la provincia de Burgos

El Camino de Santiago tuvo y tiene una importancia vital para el desarrollo cultural y económico de Burgos. Durante siglos fue una de las principales rutas europeas de comunicación, uniendo la frontera francesa con todo el norte peninsular. Dentro del trazado hacia Santiago, la provincia de Burgos forma parte primordial, ofreciendo un recorrido de alrededor de 114 km, atravesándola de este a oeste, entrando desde la provincia de La Rioja y saliendo hacia las tierras palentinas.

Una de las razones para realizar el Camino de Santiago es la religiosa, pero no es la única. Conocer gente, desconectar del trabajo, encontrarte contigo mismo, disfrutar de diferentes culturas, relacionarse de forma intensa con la naturaleza o descubrir el patrimonio cultural y arquitectónico de siglos de historia son motivos más que suficientes como para embarcarse en esta aventura.

Historia del Camino de Santiago

El Camino de Santiago surgió en la Edad Media, a raíz del descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago. La cripta del santo, ubicada en la Catedral de Santiago de Compostela, pronto se convirtió en motivo de peregrinación.

Santiago fue uno de los discípulos de Jesucristo, y a la muerte de su maestro se dedicó a predicar el Evangelio por todo el mundo, llegando a la Península Ibérica, concretamente a la ciudad de Santiago de Compostela. La tradición cuenta que sobre el año 44 d.C., regresó a tierras palestinas, donde fue detenido y ejecutado por orden del rey Herodes Agripa I, convirtiéndose en el primer mártir de la fe cristiana.

La tradición continúa con el relato indicando que dos discípulos de Santiago, Teodoro y Atanasio, robaron el cadáver de su maestro y lo trasladaron en barco hasta la ciudad hispana de Iria Flavia. Tras sortear diversas adversidades, finalmente lograron darle sepultura en un lugar cercano a donde hoy se sitúa la Catedral de Santiago, lugar en el que permaneció oculto durante ocho siglos.

Tras el descubrimiento de los restos, el rey Alfonso II ordenó construir un templo que albergara las reliquias del santo, lo que se convertiría en la actual Catedral de Santiago.

El propio rey se convertiría en el primer peregrino, al realizar el trayecto entre Oviedo y Santiago para comprobar de primera mano el hallazgo.

Viajeros y feligreses de toda Europa comenzaron a transitar por el primitivo Camino Francés y la ruta se llenó igualmente de comerciantes. La influencia que ejerció por las ciudades que atraviesa el Camino ha quedado plasmada en su cultura, en la arquitectura, en el propio trazado de las ciudades a lo largo del camino e, incluso, en el carácter hospitalario de los habitantes que arropan a los peregrinos.

El Camino Francés

El denominado Camino Francés es el trazado con mayor tradición histórica y el más popular. Se inicia en la localidad navarra de Roncesvalles, y llega a Santiago tras recorrer alrededor de 800 km. En la vertiente francesa de los Pirineos confluyen las diferentes rutas europeas que llegan desde Francia, Italia, Países Bajos y el resto de Europa.

Roncesvalles, inicio del Camino de Santiago

En Roncescalles, esa unión cultural inicia el recorrido español hasta la tumba del apóstol, recorriendo un trazado en el que podemos apreciar las diferencias paisajísticas y el enorme legado cultural y arquitectónico que el camino de Santiago ha dejado a lo largo de su trazado.

Infinidad de iglesias, monasterios, hospitales de peregrinos, hospederías y albergues que dan servicio a los más de 300.000 peregrinos que cada año recorren la Ruta Jacobea.

El Camino de Santiago en la Provincia de Burgos

Como decíamos anteriormente, la provincia de Burgos tiene un papel principal en el Camino de Santiago. La ruta atraviesa toda la provincia desde el este hacia el oeste, a lo largo de 114 km. en los que podemos comprobar la belleza de esta tierra y los contrastes entre los valles, las montañas o los páramos castellanos.

El patrimonio que descubriremos tiene un inmenso valor histórico y es un legado cultural de enorme magnitud. Iglesias, ermitas, puentes medievales y monasterios nos dan la bienvenida en cada etapa.

Conocer la ciudad de Burgos y los pueblos por los que atraviesa la Ruta Jacobea a ritmo de zapatillas es una manera única de descubrir los enormes tesoros que se esconden en esta maravillosa provincia, rincones olvidados, pueblos casi vacíos por el abandono del mundo rural pero que despiertan al paso de los caminantes.

Atravesaremos arcos medievales que dan acceso a las ciudades, puentes que salvan los diferentes ríos que se cruzan con el camino compostelano y compararemos los distintos estilos artísticos que encumbraron al camino, desde el románico hasta el majestuoso gótico de la Catedral de Burgos.

Las etapas del Camino de Santiago por tierras burgalesas

La etapa que se inicia en la localidad riojana de Santo Domingo de la Calzada y termina en Belorado, es la primera etapa en tierras burgalesas del Camino de Santiago. Una etapa de aproximadamente 22 km. y que en su mayor parte transcurre paralela a la carretera N-120, superponiéndose en algunas ocasiones.

Redecilla del Camino

Redecilla del Camino es el primer pueblo del trazado compostelano en tierras castellanas, una localidad de apenas 100 habitantes y cuyo plano urbanístico está influenciado claramente por la ruta del santo, con una calle principal por la que transitan todos los peregrinos.

Un monumento dedicado al Rollo Jurisdiccional que concedía la autonomía de esta localidad, marca el inicio de la calle Mayor. La iglesia románica posee una de las pilas bautismales más elaboradas de las que encontraremos en toda la Ruta Jacobea. Data del siglo XII y en su talla podemos contemplar una ciudad amurallada, soportada sobre ocho columnas que sostienen otros tantos torreones.

 Pila bautismal en Redecilla del Camino

Redecilla dispone de un albergue de peregrinos, edificado en el solar en el que antiguamente se alzaba el Hospital de San Lázaro. También disponen de un pequeño hotel que también ofrece servicio de restaurante.

Castildelgado es el siguiente pueblo por tierras burgalesas. Esta localidad posee una iglesia de estilo gótico tardío y una ermita dedicada a Santa María del Campo.

Siendo paso importante de peregrinos, ya apenas quedan restos de las construcciones medievales que alumbraban a los peregrinos. Del Palacio de los Berberana apenas queda un arco tras el inexorable paso del tiempo.

Tras abandonar el pueblo, una pequeña caminata de un par de kilómetros nos llevará a nuestro siguiente destino.

Viloria de Rioja marca el punto donde nació Santo Domingo de la Calzada, en el año 1019. Con apenas 45 habitantes, es paso obligado del camino, pero en cambio el estado de conservación de sus edificios históricos nos habla bien a las claras del abandono del mundo rural.

 Viloria de Rioja

De la casa natal de Santo Domingo de la Calzada apenas quedan unos muros, en uno de los cuales existe una inscripción que alude al santo. En algunas casas aún se mantienen los escudos de armas, como muestra del esplendor que tuvo en su época. Por el contrario, la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, gótico del siglo XI, se mantiene aún en pie gracias a las diferentes reformas acometidas a lo largo de la historia.

Villamayor del Río dista apenas tres kilómetros y medio de Viloria y en su patrimonio cuenta con una iglesia dedicada a San Gil, dependiente de la parroquia de Belorado. Antiguamente existía una ermita dedicada a Nuestra Señora del Río, patrona de la localidad.

Conocido como el pueblo de las tres mentiras, porque ni es villa, ni es mayor ni tiene río, cuenta con un albergue de peregrinos con capacidad para 26 personas que se ubica en lo que antiguamente era un Hospital de Peregrinos.

Belorado

Belorado es la localidad de mayor entidad que nos encontraremos en la provincia hasta llegar a la capital, con cerca de dos mil habitantes. De origen romano, quienes la denominaron como Belforatus, Belorado es el paso natural entre el valle del Ebro y la meseta. Gracias a esa situación estratégica, en la Edad Media se convirtió en una plaza fuerte, con un importante papel de contención en la época de la reconquista.

Su pasado medieval y la importancia de la villa queda patente en su casco antiguo, con callejuelas estrechas y pasadizos y con una muralla que rodeaba la populosa ciudad y con un castillo del que actualmente apenas quedan unos restos sobre el promontorio en el que se ubicaba. Eso sí, las vistas desde lo alto son espectaculares. Con el paso del tiempo, la economía ganó espacio, siendo lugar de intercambio entre los ricos valles riojanos y la castilla ganadera y agrícola.

Cuando entramos en Belorado siguiendo el Camino de Santiago, lo primero que encontraremos será la ermita de Nuestra Señora de Belén, construida sobre lo que fue el Hospital de los Caballeros. Siguiendo el camino, llegaremos a la Plaza Mayor, típica plaza castellana, con soportales en los edificios que la rodean y presidida por el Ayuntamiento.

Belorado - Ermita de Nuestra Señora de Belén

En la Plaza Mayor también se encuentra la Iglesia de San Pedro, construida en el siglo XVII.

Algunas edificaciones de la época medieval ya han desaparecido o han sido sustituidos por nuevas construcciones, como es el caso del Hospital de San Lázaro de la Misericordia o el Convento de San Francisco.

Otros, como el Convento de Nuestra Señora de Bretonera (oficialmente conocido como Convento de Santa Clara), siguen en activo y ofreciendo servicios a la comunidad. Destacable es también la Iglesia de Santa María, de estilo renacentista del s. XVI, que guarda sepulcros y una importante capilla jacobea.

Junto a dicha Iglesia de Santa María se encuentra el Albergue Parroquial de Peregrinos, en un edificio que en su día fue el antiguo teatro de Belorado. De su anterior uso quedan todavía restos de un antiguo escenario.

En la ladera de la montaña existente detrás de la iglesia y el albergue se encuentran varias cuevas de origen eremita excavadas en la montaña. Desde ellas podemos contemplar una bella panorámica de la ciudad.

Albergue en Belorado

A la salida de Belorado, ya camino de Burgos, atravesaremos el río Tirón, en un trazado que discurre paralelo a la N-120. Este es el inicio de la siguiente etapa del Camino, entre Belorado y San Juan de Ortega, una caminata de unos 23 Km.

De Belorado a San Juan de Ortega

Tosantos es un pequeño pueblo de poco más de 50 habitantes. A pesar de ello, tiene varios puntos de interés en nuestra itinerancia hacia Santiago. Una magnífica ermita excavada en la roca (la Ermita de la Virgen de la Peña) y unas cuevas igualmente excavadas (las Cuevas de los Arancones), al este del pueblo, son su mayor reclamo turístico.

La Iglesia Parroquial de Tosantos, dedicada a San Esteban, nos muestra en su interior un bien conservado retablo barroco del s. XVII y una cruz de esmaltes del s. XIII. En la plaza del pueblo, junto a la iglesia, se nos presenta un majestuoso castaño de indias, el principal punto de reunión de los habitantes del pueblo.

 Tosantos - Ermita Virgen de la Peña

Tosantos dispone de un par de albergues de peregrinos. Uno de ellos fue creado en su momento gracias a la iniciativa de un amplio grupo de voluntarios, que se empeñaron en poner su pueblo en los mapas del Camino Jacobeo. Gracias a dicho empeño, ahora el Camino de Santiago se ha convertido para sus habitantes en una de las principales fuentes de ingreso.

Tras salir de Tosantos, el camino nos llevará a Villambistia, otro pueblo con una población reducida y distante unos 4,5 km. del anterior. Uno de los pueblos más afectados por la despoblación rural pero que ha encontrado en el Camino un motivo de sustento. Dispone de un albergue de peregrinos y un restaurante donde es posible hacer un alto para recuperar fuerzas.

En Villambistia podemos visitar su Iglesia, dedicada a San Esteban. En el pueblo había anteriormente dos albergues, como muestra de su importancia. Actualmente sólo queda el nuevo albergue, junto al Ayuntamiento.

A la salida de Villambistia nos encaminaremos hacia Espinosa del Camino, uno de los publos más pequeños de este tramo del Camino, pero que guarda cierto encanto medieval en sus calles, con casas señoriales, recuerdo del pasado. En este pueblo aún quedan restos del antiguo Monasterio de San Felices, obra del s. VI.

Villafranca Montes de Oca

Tras caminar poco más de tres kilómetros alcanzaremos Villafranca Montes de Oca, uno de los pueblos más bonitos de esta zona y que posteriormente nos dará paso a la subida a los Montes de Oca. Estamos ya a tan sólo 35 kilómetros de la capital de la provincia y en una zona de gran belleza paisajística.

Villafranca Montes de Oca

De origen romano, su historia ha estado siempre vinculada al Camino de Santiago. Villafranca fue sede episcopal, antes de que esta se trasladara a Burgos. El trazado urbano sigue la línea trazada por el propio camino, con aproximadamente un kilómetro de casas a ambos lados de la N-120, que es la que marca el camino en este pueblo.

Entre los lugares que podemos visitar aquí se encuentran los restos de la ermita de San Felices de Oca, del s. X, en la que según cuenta la tradición local fue enterrado Diego Rodríguez Porcelos, fundador de Burgos.

Otros lugares de interés para visitar son la Ermita de Oca, situada río arriba, la Iglesia de Santiago Apóstol y la Fuente de San Indalecio, lugar donde supuestamente se enterró a este santo, que fue el primer obispo de la diócesis de Oca.

La tradicional atención a los peregrinos se ha mantenido intacta en este pueblo, que ofrece un albergue y varios establecimientos donde poder hospedarnos, como el Hotel San Antonio Abad, situado junto a la Iglesia. Antiguamente había un gran Hospital de Peregrinos, el Hospital de San Antonio Abad (llamado también el Hospital de la Reina), fundado en 1380 y que sobrevivió hasta fechas recientes, aunque tras su abandono hoy se ha reconvertido en el albergue.

Villafranca Montes de Oca - Ermita de la Virgen de Oca

En Villafranca Montes de Oca también hay varios lugares donde comer y reponer fuerzas. De hecho, es recomendable hacer aquí una parada para coger fuerzas antes de acometer el último tramo de esta etapa del Camino, la que nos llevará a los Montes de Oca.

Por los Montes de Oca

Entre Villafranca Montes de Oca y San Juan de Ortega tenemos una caminata de aproximadamente dos horas y media que nos llevará a contemplar uno de los paisajes más bonitos de todo el Camino. Es una senda más alejada de la carretera y con una ligera ascensión (más fuerte al principio) que nos llevará hasta los 1.150 metros de altitud, por una pista forestal que se interna en bosques de robles, hayedos y pinares en los que sólo escucharemos el canto de las aves.

Esta parte del camino era antiguamente la más peligrosa, por la existencia de bandidos que acechaban a los caminantes. Afortunadamente, hoy no queda resto de aquellos malhechores y podemos transitar con total tranquilidad.

Aproximadamente a dos kilómetros de Villafranca, tras lo más duro de la ascensión, llegaremos a la llamada Fuente de Mojapán, un lugar de gran tradición donde parar a recuperar fuerzas e hidratarnos. En la zona hay un área de descanso para los peregrinos.

Fuente de Mojapán

Un poco más allá se encuentra, en un punto en que casi tocan camino y carretera, el llamado Monumento de La Pedraja, que recuerda a los casi 300 fusilados de la Guerra Civil enterrados en estos montes.

De aquí en adelante el Camino desciende de forma pronunciada para luego volver a subir. De aquí a San Juan de Ortega, punto final de esta etapa, seguiremos rodeados de encantadores paisajes y disfrutando de la naturaleza. El trazado será ya más suave y nos lo tomaremos con más tranquilidad.

San Juan de Ortega

Nuestra meta será el Monasterio de San Juan de Ortega, una verdadera joya del gótico, perfectamente conservado. Fue fundado en el siglo XII por el noble Juan de Ortega, quien decidió comenzar una vida de retiro en los Montes de Oca. El Santo había sido alumno y colaborador de Santo Domingo de la Calzada en su obra por toda La Rioja.

Tras un viaje a Tierra Santa decidió construir una capilla dedicada a San Nicolás de Bari. Junto a ella, erigió un hospital y albergue de peregrinos que muy pronto se convirtió en uno de los puntos con mayor fama del Camino Santo.

 Monasterio de San Juan de Ortega

El Monasterio de San Juan de Ortega es un conjunto formado por la Iglesia del mismo nombre, la capilla de San Nicolás de Bari y el Claustro de los Jerónimos y Refugio de Peregrinos.

La iglesia combina los estilos románico y gótico. Se comenzó a construir a finales del siglo XII y vivió una importante ampliación en el s. XV. Dispone de tres naves, crucero y triple cabecera. El sobrio exterior muestra una magnífica cabecera formada por tres ábsides semicilíndricos, siendo el central mucho mayor que los otros dos.

En el interior hay varios capiteles románicos decorados con motivos florales. Pero por encima de todos destaca un triple capitel en el que representan las escenas de la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento y el Anuncio a los pastores.

En este capitel ocurre dos veces al año un episodio insólito. En ambos equinoccios, el 21 de marzo y el 22 de septiembre, los rayos de poniente que penetran por una de las ventanas apuntan directamente hacia la escena tallada en la piedra. La luz recorre la piedra esculpida en una celebración seguida por cientos de visitantes privilegiados que tienen la oportunidad de poder observar este pequeño "milagro" cada año.

En el centro de la iglesia se sitúa un baldaquino bajo el que se haya la cripta que contiene el sarcófago sin ornamentación con los restos del santo fundador. También se expone en uno de los laterales de la iglesia un segundo sarcófago, que nunca se llegó a utilizar y que ofrece una rica decoración en relieve.

El monasterio dispone de dos claustros: el mayor, de planta cuadrangular, estilo barroco y conocido como Jerónimo, es obra del s. XVII y comunica con la iglesia. El menor, conocido como el Claustrillo, es un pequeño patio porticado de piedra de arenisca de color rojizo y gran belleza que hoy hace las veces de albergue de peregrinos.

 Monasterio de San Juan de Ortega - Abside

Saliendo de San Juan de Ortega podemos optar por tres itinerarios diferentes para llegar hasta Burgos. Uno de ellos transita paralelo a la carretera en una senda de poca dificultad y que nos llevará a atravesar las localidades de Ibeas de Juarros (famosa por sus alubias) y San Medel (en la que destaca su iglesia). Este es un tramo de nueva creación pero nos aportará pocas imágenes interesantes.

La ruta más vistosa y tradicional es la que sale hacia la pequeña localidad de Agés, en la que pasaremos por un puente medieval cuya construcción se atribuye al propio San Juan de Ortega.

En Agés podremos visitar también la Iglesia Parroquial de Santa Eulalia, de estilo gótico del s. XVI y con una portada plateresca. El pueblo posee gran encanto, con sus casas de piedra y sus calles por las que disfrutaremos de un bonito paseo hacia la fuente, en la que podremos hidratarnos tras la caminata.

Si nuestra intención es descansar en Agés, hay que destacar que dispone de varios albergues y restaurantes que mantienen intacta la tradición hospitalaria de sus habitantes, a la vez que suponen una importante aportación a estos pueblos casi abandonados. Es un buen punto para hacer noche y dejar el tramo hasta Burgos para el día siguiente.

Atapuerca

El siguiente mojón del camino está situado a unos dos kilómetros de Agés, en Atapuerca, cuyo nombre ya nos evoca la magnitud histórica de esta tierra. Porque si ya el Camino de Santiago es Patrimonio de la Humanidad, Atapuerca dispone de una doble titulación, por pertenecer al Camino y por las excavaciones prehistóricas que han hecho famosa su sierra.

Un pueblo de 200 habitantes y situado a tan sólo 17 km. de Burgos en el que podemos contemplar la Iglesia de San Martín, edificada entre los siglos XV y XVI, mezclando los estilos gótico y renacentista. En el pueblo también podemos visitar la Plaza Mayor y su Ayuntamiento.

 Atapuerca - Iglesia de San Martín

La visita a los Yacimientos de Atapuerca merece una parada ex profeso. La enormidad del conjunto que se nos mostrará, conjuntamente con la visita al Museo de la Evolución Humana en Burgos merece una visita dedicada para descubrir todos los tesoros encontrados en la Sierra de Atapuerca.

Si disponemos de tiempo y las piernas nos responden, podremos hacer un par de noches en el pueblo y conocer tranquilamente los yacimientos y participar en las aulas de interpretación, en las que nos mostrarán las costumbres y formas de vida de nuestros antiguos antepasados.

Pasado ya Atapuerca llegaremos a las inmediaciones de Orbaneja Riopico, donde nos encontraremos con una bifurcación en el Camino, siendo válidas cualquiera de las dos direcciones que tomemos y perteneciendo ambas al Patrimonio de la Humanidad. Se recomienda tomar el camino de la derecha, que nos llevará a Castañares, Villayuda (pequeño pueblo de gran tradición Jacobea) y Capiscol, absorbido ya por la ciudad y convertido en un barrio más.

 Atapuerca - Yacimientos

Si optáramos por la senda izquierda en la bifurcación anterior pasaríamos por Villafría y su polígono industrial y de ahí en adelante, hasta Burgos todo el camino es de asfalto y con tráfico a nuestro costado, por lo que resulta más incómoda que la otra variante de Capiscol.

Eso sí, por Villafría llegaremos también hasta el barrio de Gamonal, en el que es digna de visita la iglesia de Santa María la Real y Antigua, un templo gótico del siglo XIII, junto a un crucero y una imagen del Apóstol Santiago.

Burgos - Iglesia de Santa María la Real y Antigua de Gamonal

Burgos

Las dos variantes del Camino convergen en la Glorieta de Logroño, ya en el interior de Burgos. Siguiendo a la derecha de esta glorieta transitaremos hasta la calle de las Calzadas, que debe su nombre precisamente a la Ruta Jacobea.

Siguiendo la calle de las Calzadas llegaremos hasta la Iglesia de San Lesmes, un templo gótico dedicado al patrón de la ciudad que dedicó su vida a cuidar de los peregrinos. Junto al templo, en lo que hoy es la Casa de Cultura, existió antiguamente un hospital de peregrinos del que apenas quedan vestigios en la fachada.

Tras atravesar el río Vena y el Arco de San Juan nos internaremos en la calle del mismo nombre, uno de los pasos más tradicionales del Camino de Santiago en la ciudad de Burgos. Estamos ya en el casco histórico de la ciudad y aquí se respira el ambiente medieval de la ciudad. Edificios históricos a ambos lados con escudos nobiliarios nos llevarán hasta la calle Avellanos y la Iglesia de san Gil, conocida como "la segunda catedral de Burgos". Es un tempo gótico, de aspecto austero en su exterior por haber formado parte de la antigua muralla pero de una belleza sin par en su interior.

La Iglesia de San Gil se comenzó a construir en el siglo XIV y conforma el mayor conjunto gótico existente en la ciudad de Burgos tras la Catedral y está considerada como Monumento Histórico-Artístico. En esta iglesia trabajaron los mejores artistas europeos, que aportaron sus creaciones para las ampliaciones de los siglos XV y XVI.

Estamos ya muy cerca de nuestro principal objetivo en Burgos, la Catedral. Tras visitar la Iglesia de San Gil y atravesar el arco del mismo nombre, nos encaminaremos por la calle de Fernán González, donde se encuentra el Museo del Retablo, en la preciosa Iglesia de San Esteban.

En la calle de Fernán González se encuentra también el albergue municipal, uno de los principales de la ciudad. Esta misma calle está llena de bares y tabernas en las que podremos celebrar nuestra llegada a Burgos y tomarnos un bien merecido refrigerio.

La Catedral de Burgos

Y desde la misma calle Fernán González nos encontramos con esa gran dama reconocida como Patrimonio de la Humanidad y una de las obras cumbre del arte gótico europeo. La Catedral de Burgos, dedicada a Santa María ofrece un aspecto majestuoso que se puede contemplar desde cualquier punto del casco histórico.

La Catedral se comenzó construir en 1221 en el solar en el que antes existía una iglesia románica. Su aspecto no se terminó de definir hasta los siglos XV y XVI, en que se construyeron sus famosas agujas, obra de Juan de Colonia.

Si bien predomina el gótico, en su interior también se presentan muestras de otros estilos, como el renacentista o el barroco, fruto de la prolongación de los trabajos que se llevaron a cabo hasta el año 1765, año en que finalmente se terminaron las obras.

La Catedral de Burgos en el Camino de Santiago

En el interior destaca en cimborrio de la nave central. Debajo de este se encuentran enterrados los restos del héroe burgalés por antonomasia, el Cid Campeador y de su esposa, doña Jimena. La escalera dorada, obra de Diego de Siloé es una obra maestra inspirada en el renacimiento italiano.

Hasta 19 capillas se abren en los laterales de la Catedral, destacando principalmente la de Santa Tecla y la del Condestable, considerada esta como una catedral dentro de otra catedral.

Justo enfrente de la fachada principal de la Catedral se encuentra el Arco de Santa María, la principal entrada a la ciudad en la época medieval y una de las doce que daban acceso al interior de la muralla. Antiguamente también fue sede del Ayuntamiento y Museo Provincial.

El Camino de Santiago continúa su paso por la ciudad de Burgos siguiendo por la calle Fernán González hasta llegar al Arco de San Martín, por donde atraviesa extramuros de la ciudad. Estamos poco a poco abandonando Burgos, pero aún nos quedan sorpresas en nuestro caminar.

Burgos - Arco de San Martín

Del Arco de San Martín avanzaremos por la calle Emperador, donde antiguamente había un hospital de peregrinos. Pasaremos por delante de la Iglesia de San Pedro de La Fuente, levantada en el siglo XIX sobre los restos de una iglesia gótica destruida por los franceses en 1813.

Bajaremos por la calle Villalón perpendicularmente al río Arlanzón, que cruzaremos gracias al Puente de Malatos, obra del siglo XII, aunque remodelado en el XVII. Su nombre se debe a la cercanía de una leprosería, la de San Lázaro de los Malatos, nombre dado a los enfermos. El puente está construido íntegramente en piedra, con seis arcos iguales de medio punto.

Esta parte del camino es muy llana y agradable para el paseo, ya que es una zona con bastante arbolado y con pocas construcciones. Camino ya del Hospital del Rey, pasaremos muy cerca del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, una visita imprescindible para las personas que visitan Burgos.

El Monasterio de Las Huelgas

El Monasterio de Las Huelgas fue el principal cenobio cisterciense femenino en España. Fundado en el siglo XII gracias al empeño de la reina Leonor de Plantagenet, esposa del rey Alfonso VIII. La abadesa de este monasterio tuvo gran poder y autonomía, y era dueña de infinidad de terrenos, con privilegios militares, fiscales y políticos, como el de nombrar alcaldes. En este monasterio tomaron posesión importantes reyes de la historia de España, siendo panteón de reyes y nobles.

Todos los privilegios del monasterio cesaron en el siglo XIX, por dictado del papa Pío IX. En la actualidad, sigue ocupado por las monjas cistercienses, que han habilitado un espacio con habitaciones para el retiro espiritual de mujeres.

Monasterio de Las Huelgas

Arquitectónicamente, el Monasterio de Las Huelgas mezcla estilos románico, gótico y renacentista. La iglesia es de estilo gótico, con tres naves, crucero y una cabecera con cinco ábsides. En el interior destacan los altares y los sepulcros reales, principalmente el de los reyes fundadores.

La sala capitular es el lugar en que se tomaban las decisiones importantes y donde se recibía a los invitados principales. Es amplia, de aspecto elegante y comunica directamente con el Claustro de San Fernando, una obra de inicios del gótico.

El claustro denominado "Las Claustrillas" es una de las partes más interesantes del monasterio. Obra románica de principios del siglo XIII, con capiteles de doble columna, decorados con motivos vegetales.

El Hospital del Rey

Siguiendo nuestro camino hacia Santiago, tenemos una nueva parada a poca distancia de Las Huelgas. Se trata del Hospital del Rey, fundado por el rey Alfonso VIII y considerado como uno de los más famosos e importantes de todo el Camino de Santiago. Una puerta plateresca (Puerta de los Romeros) nos da la bienvenida al patio, desde el que se accede a la iglesia, en cuya puerta se exhibe una representación del Apóstol.

El Hospital del Rey ha sido magníficamente restaurado y en la actualidad acoge el rectorado de la Universidad de Burgos y la Facultad de Derecho.

El Hospital del Rey

Junto al Hospital del Rey tenemos también la Capilla de San Amaro, donde supuestamente está enterrado este santo francés del siglo XIII, que dedicó su labor a cuidar de los peregrinos.

Este será nuestro punto de salida de la ciudad de Burgos. Por delante nos queda una nueva etapa de unos 31 Km hasta llegar a Hontanas en un viaje en el tiempo que nos llevará a adentrarnos en la dura meseta castellana en la que descubriremos bellos contrastes de paisajes, junto a pueblos medievales casi abandonados.

Camino de Hontanas

Camino ya de Hontanas, a unos 5 kilómetros de Burgos en dirección hacia Palencia, orillaremos la localidad de Villalbilla de Burgos, que con más de 1.400 habitantes demuestra que estar cerca de la capital ayuda a mantener la población.

Es un pueblo de tradición Jacobea que mantiene varios restaurantes para hacer un alto en el camino. Si nos encontramos con fuerzas, vale la pena continuar 4 kilómetros más allá, para llegar a la localidad de Tardajos.

Tardajos - Puente del Arzobispo

Tardajos

De origen celta, Tardajos fue también un campamento romano, como atestiguan los cercanos yacimientos arqueológicos de Deobrígula. El pueblo en sí mantiene parte de su entramado medieval. En esta villa hubo antiguamente un castillo, dos iglesias y hasta siete ermitas. El paso del tiempo ha reducido dicho patrimonio, pero aún quedan restos de la grandeza de Tardajos.

El acceso a Tardajos se realiza a través del Puente del Arzobispo, una construcción medieval que tuvo que ser reconstruido en el siglo XVI debido a una gran riada del Arlanzón. El puente tiene una longitud de 90 metros con seis vanos de medio punto.

Tardajos

La Iglesia de la Asunción es de estilo renacentista del s. XVI, situada sobre un alto que domina todo el pueblo. Formada por dos naves de gran altura, con crucero y cabecera cuadrada, se asienta en el punto en que anteriormente se encontraba el castillo.

Tardajos es uno de los puntos importantes en el Camino de Santiago a su paso por la provincia de Burgos y se han creado muchos servicios alrededor del Camino. El pueblo dispone de varios alojamientos, como el Albergue de peregrinos de Tardajos o el Albergue la Fábrica, situado en una antigua fábrica de harinas, con capacidad para 34 personas y con todo tipo de servicios.

Tardajos - Albergue La Fábrica

Tardajos también dispone de un pequeño y encantador hotel (el Hotel la Casa de Beli), bares y restaurantes donde reponer calorías y varias fuentes donde calmar la sed si el calor aprieta.

Abandonamos esta localidad burgalesa siguiendo el camino trazado. Salimos por la calle que da hacia la báscula municipal y una vez atravesado el puente sobre el río Úrbel, nos encaminamos hacia Rabé de las Calzadas, distante tan sólo dos kilómetros.

Rabé de las Calzadas

Rabé de las Calzadas debe su nombre, según la mayoría de entendidos, gracias a que fue un cruce de caminos en la época romana, principalmente la denominada Vía Quinta, que trasladaba desde Clunia hasta Sahagún, pasando por Deobrígula, en una ubicación no del todo aclarada entre Tardajos y Rabé.

El pueblo mantiene aún cierto aspecto medieval, con antiguas casas de piedra, con escudos heráldicos y mucha historia. En Rabé existió un castillo construido en la época de la reconquista pero que quedó destruido en el siglo XVI.

Rabé de las Calzadas

Uno de los lugares más interesantes para visitar es la Iglesia de Santa Marina, un templo que se comenzó a construir en 1877 tras ser demolida la anterior iglesia por el estado ruinoso en que se encontraba. A pesar de ello, se ha mantenido su original portada gótica del s. XIII y la pila bautismal del s. XVI.

La Ermita de Nuestra Señora del Monasterio es la única que queda de las tres de las que se tiene constancia en este pueblo. Está situada en pleno Camino de Santiago y está dedicada a la imagen de la Virgen, una talla que fue encontrada en una zona en la que antiguamente existió un monasterio.

Hornillos del Camino

Siguiente el camino que pasa junto a la ermita, avanzaremos unos ocho kilómetros por una ruta con un tramo de descenso prolongado que nos llevará hasta Hornillos del Camino. El nombre de este pueblo se debe a que en la edad media existían aquí varios hornos sonde se cocían tejas.

Hornillos viene a ser lo que se denomina un pueblo-camino, es decir, una calle principal que atraviesa toda la localidad y alrededor de la cual se ha ido desarrollando la vida de sus habitantes. Con poco más de 50 habitantes, de los que sólo viven permanentemente unos 14, el Camino se ha convertido en el principal motor económico de los vecinos, que con la apertura de varios albergues y restaurantes han visto un nuevo renacer para el pueblo.

Hornillos del Camino - Iglesia de San Román

La importancia de Hornillos como paso del Camino de Santiago lo atestiguan los tres hospitales de peregrinos que existieron en el pueblo. El de San Lázaro, que también atendía a leprosos, el del Espíritu Santo y otro más cuyo nombre quedó en el olvido. De los tres hospitales no queda nada y actualmente su mejor patrimonio es la Iglesia Parroquial de San Román, un templo gótico del s. XVI construido sobre los restos de una iglesia románica anterior. De aspecto bien conservado, en su interior destaca el retablo mayor.

Un monolito con un gallo en lo más alto recuerda a los visitantes una curiosa historia sucedida en la época de la invasión francesa, cuando estos se encontraban ya en retirada. El ave fue robada y ocultada por el ladrón en un tambor. Ante la imposibilidad de encontrarlo, el gallo (supuestamente muerto) tuvo la ocurrencia de ponerse a cantar para desenmascarar a su captor. Desde hace unos años, a finales de julio se celebra una festividad para conmemorar este hecho.

Hornillos del Camino - Monolito del Gallo

Junto a la iglesia se encuentra el Albergue Municipal de Peregrinos. A la entrada del pueblo existe otro albergue, "El Alfar de Hornillos". También podemos encontrar en la localidad otros alojamientos rurales, como la "Casa Rural del Abuelo" o el "Hornillos Meeting Point", donde seremos bien recibidos.

Abandonaremos Hornillos, camino ya de Hontanas. A mitad del trazado aproximadamente a 4 kilómetros de Hornillos, pasaremos por lo que fue el antiguo Convento de San Baudilio, o lo que queda de esta edificación Jacobea. Perteneciente a la orden de San Antón, residente en Castrojeriz, el abandono lo llevó a la ruina y hoy apenas queda un sencillo albergue sin muchas pretensiones.

Hontanas

Tras 5 kilómetros más de duro páramo llegaremos a la localidad de Hontanas, un pueblo declarado como Conjunto Histórico Artístico en 1999. Su nombre deriva de "Fontanas", porque en el pueblo existen varias fuentes. El casco urbano de Hontanas mantiene todo su encanto medieval, con numerosos vestigios que confirman el carácter hospitalario de sus habitantes. La calle Real, que atraviesa el pueblo, pertenece al trazado original de la Ruta Jacobea.

La Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción se construyó en el s. XIV como un templo gótico, aunque reformas posteriores le han dado un aire más neoclásico. En el exterior destaca la torre, de tres cuerpos y con cúpula de media naranja. En el interior, el retablo barroco.

Hontanas

El Palacio del prelado burgalés está junto a la iglesia. En 1208 el rey Alfonso VIII obligó al obispo de Burgos, Don Fernando, a comprar la villa de "Fontanas” con su iglesia de Santa María por quinientos maravedís que extrajo de bienes catedralicios. El prelado se construyó este palacio para uso propio y de él aún se mantiene en pie el arco gótico.

El Hospital de San Juan, también conocido como Mesón de los Franceses, fue un antiguo hospital de peregrinos, construido alrededor de los siglos XIII ó XIV. Tras un prolongado periodo de decadencia, fue rehabilitado y actualmente aloja el Albergue Municipal de Peregrinos. El edificio mantiene su aspecto medieval, con la portada de estilo gótico, silos de grano y suelo empedrado. El albergue abre todo el año y dispone de 55 plazas.

En Hontanas podemos visitar también los restos de la antigua Iglesia de San Vicente y la Ermita de la Virgen de Espinosa, a unos dos kilómetros del centro, en un lugar en el que supuestamente se apareció la Virgen a un habitante del pueblo.

Hontanas - Albergue Municipal de Peregrinos

A la salida de Hontanas podemos visitar el Molino del Cubo, una antigua instalación que aún mantiene la maquinaria y la presa de la que se surtía de agua para su funcionamiento.

En el pueblo funcionan actualmente varios albergues y un par de hotelitos con encanto. También existen varios lugares para comer.

Castrojeriz

Nos encontramos ya camino de Castrojeriz, uno de los pueblos más interesantes del Camino de Santiago en su trazado por la provincia de Burgos. Poco antes de llegar al pueblo, a escasos dos kilómetros, nos encontraremos con las ruinas de lo que fue una magnífica construcción, el Convento de San Antón, edificado sobre las ruinas del que fuera el palacio del rey Pedro I de Castilla.

El Convento de San Antón estaba regentado por los monjes antonianos, cuya dedicación eran los enfermos que transitaban por el camino. Su especialidad era el tratamiento de una enfermedad denominada Ergotismo o Fuego de San Antón, que era debida a un hongo existente en la harina de centeno, principalmente en zonas más húmedas del norte de Europa.

Algunos peregrinos llegaban hasta Castrojeriz con dolores, sensaciones aguas de quemazón y úlceras gangrenosas. En aquella época, los dolores y la sensación de ardor interior solían tener resultados fatales.

Castrojeriz - Convento de San Antón

De la magnitud de este convento fundado en el siglo XII nos da idea el arco con forma de túnel por donde entraban y salían los peregrinos y que supone la parte más emblemática que se conserva. Actualmente, la carretera pasa por debajo de este arco, que confiere un aire místico al entorno.

Los antonianos fijaron aquí su Encomienda General para los reinos de Castilla y Portugal, teniendo más de una veintena de monasterios bajo su tutela. A los peregrinos que acudían aquí se les bendecía con la tau (símbolo de la Orden) y se les ofrecía pan de trigo candeal, bendecido también con la cruz de San Antonio y supuestamente elaborado para prevenir enfermedades.

A los que llegaban enfermos a este monasterio emblemático del Camino, se les daba alojamiento y tratamiento contra la enfermedad.

El Convento de San Antón entró en decadencia a raiz del declive de la orden y su absorción por la orden de Malta. En 1791, el papa Pío VI publicó una orden con su disolución en España. Castrojeriz - Convento de San Antón

Llegados ya a Castrojeriz nos encontraremos con una villa de origen celtíbero en la que tuvo gran importancia la dominación romana. En lo alto de un cerro se mantienen los restos del que fuera un castillo señorial, testigo de las luchas contra los árabes durante la reconquista.

La edificación sigue el esquema habitual en los pueblos de tradición jacobea, una calle larga (en este caso la más larga del Camino), con casas a ambos lados acompañando a los peregrinos.

A la entrada del pueble divisamos un crucero que nos da la bienvenida. Y junto a él, la Iglesia de Nuestra Señora del Manzano, ex-colegiata, construida en el siglo XIII gracias al empeño de la reina Berenguela de Castilla, hija de Alfonso VIII de Castilla y madre a su vez del rey Fernando III el Santo.

La portada principal de la iglesia es de estilo gótico, con arquivoltas y capiteles adornados con motivos vegetales. La puerta está flanqueada por sendas esculturas del siglo XIII de la Virgen María y del arcángel San Gabriel.

Castrojeriz - Iglesia de Nuestra Señora del Manzano

La portada de la fachada sur es de estilo renacentista. La torre, con base románica, se completó en el año 1746, añadiéndose el cuerpo de campanas.

En el interior predomina el gótico, con ciertos elementos románicos. Consta de tres naves, con una central que se eleva hasta los 17 metros de altura. Destacan los retablos del Cristo crucificado, del siglo XVI, y el de Santiago Apóstol, obra del s. XVII. También son destacables la sillería del coro y el órgano neoclásico de 1790.

La Capilla de Nuestra Señora del Manzano y el Sepulcro de la reina Leonor de Castilla completan el interior de este templo.