La gastronomía burgalesa se basa en la tradición y la calidad de su materia prima: las carnes, embutidos, legumbres, pan y buen vino son las bases de esta cultura gastronómica.
Uno de los productos más valorados de la gastronomía en Burgos es el cordero lechal, asado en horno de leña, o sus chuletillas a la brasa.
Un plato también muy típico de Burgos es la olla podrida, elaborada con alubias rojas (si son de Ibeas, mejor), con una aportación extraordinaria de productos del cerdo: chorizo, morcilla, costilla adobada, tocino... También admite este plato oreja del cochino, patas, rabo y, si se tercia, un poco de cecina de vaca.
La tradición manda en esta ciudad castellana, así que del cerdo se aprovecha todo. De la matanza, el producto más conocido es la morcilla de Burgos, elaborada con arroz, cebolla picada, pimienta negra, manteca, sal, además de la sangre del cerdo, todo ello embutido en la propia tripa del animal. Según las especias utilizadas pueden variar un poco, aunque todas son deliciosas. Si tuviéramos que elegir unas, particularmente nos quedaríamos con las de Cardeña.
La sopa castellana no es una típica sopa de ajo, aunque también lleve ajo. La sopa castellana se elabora, además, con una punta de jamón, huevos, chorizo, morcilla, aceite, pimentón y sal. Y para que su sabor resulte extraordinario, es necesario elaborarla y servirla en cazuela de barro. Es uno de los platos preferidos en la ciudad, sobre todo en el frío invierno.
En cuanto a la caza, predominan las especies autóctonas, como las codornices, perdices, jabalí, conejos liebres y corzos. Del río provienen las truchas, muy apreciadas en la cocina burgalesa, y los cangrejos de río, un plato también típico de la ciudad.
El queso de Burgos, con denominación de origen propia, es un queso fresco elaborado con leche de vaca. Si se sirve con miel y nueces se convierte en el denominado 'postre del abuelo'. Pero no es el único queso de la zona. También encontraremos ricos quesos curados, maduros y en aceite, elaborados con leches de vaca, de oveja o con mezclas.
El pan, tradicionalmente artesanal y elaborado en hornos de leña, adquiere un sabor extraordinario. Elaborado con trigo candeal es idel para consumirlo en seco, en sopas o en repostería.
Y el vino... ¡Qué decir de los caldos provenientes de la Ribera del Duero! Ideales para acompañar y resaltar cualquier comida.
Si pasamos por Burgos en la época de fiestas (San Pedro y San Pablo, 29 de Junio) podremos asistir al Concurso del Buen Yantar, que se celebra el último día de fiestas en el parque de Fuentes Blancas. En este tradicional concurso (declarado de interés turístico) participan las peñas de la ciudad elaborando platos típicos. Cada año se elige un plato obligatorio.
Si queremos ir de tapas por Burgos, recomendamos hacerlo por la zona de la Plaza Mayor, principalmente por la calle de San Lorenzo y la Zona Sombrerería, donde tendremos variedad y calidad. Aquí, el precio del pincho no va incluído en la bebida, así que deberemos pagarlo aparte. Los pinchos más destacados son los tigres, las patatas bravas, los cojonudos (huevo de codorniz frito con chorizo picante encima) o la cojonuda (lo mismo uqe el anterior pero con morcilla en lugar de chorizo).