Burgos dispone de numerosos parques y paseos que conforman un auténtico pulmón para la ciudad, la mayoría de ellos situados en las márgenes del río Arlanzón, que define el aspecto alargado de la ciudad. Rodeados de naturaleza, podemos realizar infinidad de actividades: caminar, practicar deporte o participar en las fiestas que se celebran en algunos de ellos son varias de esas opciones.
El Paseo de la Isla, a orillas del Arlanzón, en un verdadero jardín botánico en el centro de la ciudad. El Paseo se fue formando desde finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX con sucesivas intervenciones urbanísticas siempre con criterios de asueto ciudadano y según el gusto histórico de la época. Dispone de una amplísima variedad de especias.
El Paseo del Espolón es el punto de encuentro de los burgales, donde pasear en cuanto hace un poco de buen tiempo. Situado también junto al Arlanzón, el paseo comienza en el Arco de Santa María y termina frente a la estatua del Cid, pasando también junto a la Plaza Mayor, por detrás del edificio del Ayuntamiento.
El Espoloncillo, situado frente al Espolón, fue promovido por los franceses durante la ocupación de la ciudad, en el siglo XIX. Desde este paseo se disfrutan las mejores vistas del entorno de la Catedral, el Espolón o el Arco de Santa María.
El Castillo de Burgos, situado en el cerro de San Miguel, fue destruído por los franceses antes de abandonar la ciudad. En torno a él se fue formando la ciudad y actualmente se encuentra en fase de reconstrucción. Rodeado de bosques, es un lugar ideal para contemplar Burgos, ya que nos permite una visión completa de la ciudad.
Parte de la antigua muralla que rodeaba la ciudad ha permanecido en pie como muestra de la historia medieval de la ciudad. Así, podemos contemplar numerosas puertas de acceso a la ciudad y antiguos torreones, como los que se encuentran en el Paseo de los Cubos.
El Paseo de la Quinta, situado en el camino de la Cartuja de Miraflores, es una superficie boscosa ideal para caminar, mostrándonos un magnífico aspecto, principalmente, en el otoño burgalés.
Fuentes Blancas es un enorme entorno natural y una importante muestra de la riqueza y diversidad de los ecosistemas naturales de Burgos. En entorno dispone de carril bici, circuito de bicicross, circuito de ejercicios físicos, juegos infantiles, parrillas, mesas y bancos. Además, en 1985 se inauguró la playa artificial del río Arlanzón. Fuentes Blancas dispone asímismo de un magnífico cámping.
El Parque de El Parral se encuentra situado muy cerca del Monasterio de Las Huelgas, y es el lugar donde se celebra la tradicional Romería del Parral, el Día del Curpillos (el viernes que sigue al Corpus), una de las fiestas grandes de la ciudad. En este entorno boscoso, las peñas y casas regionales montan sus casetas, en las que ofrecen bebida y comida tradicional a los burgaleses y a todos que quieran acercarse hasta allí. También se pueden ver los bailes típicos, con la jota castellana, y pasear por el mercadillo que se instala también en la zona.